¿Por qué los fundadores creen que son inmortales en la empresa familiar? - La tragedia de la sucesión no planeada.
- Tu Coach Abril

- 30 may
- 4 Min. de lectura

Por ActionCOACH Rodrigo Escobedo
La mayoría de las empresas familiares no sobreviven a la segunda generación. ¿Sabes por qué? Porque sus fundadores estaban demasiado ocupados construyendo imperios pensando que eran inmortales. Bienvenidos a 'La Ilusión de la Inmortalidad Empresarial', donde hoy desmontaremos la mentira más costos las empresas familiares: que tu papá el fundador crea que vivirá para siempre.
Si eres hijo del fundador, dile a tu papá que vea esto. Te apuesto que pensará 'esto no va conmigo', felicidades: eres exactamente el público objetivo de quién hablaré hoy. A ti fundador, Prepárate para un viaje incómodo por el ego, el miedo y la negación... esos tres jinetes del apocalipsis empresarial familiar.
La Ilusión de Inmortalidad
Permítanme presentarles los tres grandes autoengaños del fundador eterno:
El síndrome del Atlas empresarial: En la mitología griega, Atlas era un Titán responsable de llevar el peso de los cielos sobre sus hombros y si tu frase es 'Si yo suelto el mundo, todo se derrumba'. Es Curioso que el mismo genio que construyó una empresa desde cero no pueda concebir que alguien más la dirija. Einstein estaría fascinado con esta paradoja.
La falacia del tiempo infinito: 'Ya planearé la sucesión... más adelante'. Spoiler: ese 'más adelante' nunca llega, pero la muerte sí. Y, además, es puntual.
El espejismo del control perpetuo: 'Nadie entiende el negocio como yo'. Traducción real: 'Me aterra la idea de no ser relevante'.
La ironía suprema es que el mismo instinto de supervivencia que te llevó a crear tu empresa es el que ahora te impide garantizar su supervivencia a largo plazo. Fascinante cómo funciona la mente humana, ¿no?
Los Miedos Ocultos
Detrás de cada fundador que se resiste a planear su sucesión hay tres miedos fundamentales que jamás admitirá en público:
Primero: El terror existencial a la pérdida de identidad. Cuando llevas 40 años presentándote como Gustavo García, fundador y director de Empresas García', la pregunta ‘¿quién serás cuando no seas el director?' Seguramente esto te provoca un cortocircuito mental. Es como preguntarle a Superman qué hará cuando ya no pueda volar.
Segundo: El pánico a la irrelevancia. 'Si ya no soy yo quien toma las decisiones importantes, Entonces ¿quién soy?' Esta pregunta mantiene despiertos a los fundadores a las 3 de la madrugada, mirando al techo y aferrándose a la silla del jefe como si fuera un salvavidas.
Tercero: El horror a enfrentar la propia mortalidad. Planear la sucesión es, en esencia, admitir que no estarás aquí para siempre. Y resulta que los mismos titanes empresariales que toman decisiones millonarias sin pestañear, tiemblan ante la idea de que su estancia en esta vida algún día terminará."
¿Les suena familiar? Si estás asintiendo, tranquilo, no eres el único. Si estás negando con la cabeza, felicidades, la negación funciona maravillosamente... hasta que deja de hacerlo.
Casos Reales de Fracaso
Veamos algunos ejemplos reales de empresas que brillaron con luz propia y luego se extinguieron como supernovas tras la partida de su fundador:
Caso 1: Grupo Modelo - No, no desapareció completamente, pero los herederos de Don Antonino Fernández vendieron la empresa a AB InBev en 2013 por no haber consolidado un plan de sucesión efectivo. Una empresa mexicana icónica que pasó a manos extranjeras porque la familia no supo gestionar el relevo. La Cerveza Corona sigue existiendo, pero ya no es la corona de la familia fundadora.
Aparentemente, sabían hacer cerveza, pero no sabían hacer herederos dispuestos a arriesgarse.
Caso 2: Kodak - Aunque no era estrictamente familiar en sus últimas etapas, el legado de George Eastman se diluyó porque la empresa se aferró a su identidad como fabricante de película fotográfica. Irónicamente, fueron ellos quienes inventaron la cámara digital en 1975, pero la enterraron por miedo a canibalizar su negocio principal.
Tenían el futuro en sus manos y decidieron no revelarlo. La mejor foto que nunca tomaron fue la de su propia transformación."
Caso 3: Takata Corporation - Esta empresa familiar japonesa fundada en 1933 por Takezo Takata, llegó a ser líder mundial en sistemas de seguridad para automóviles. Tras pasar a la segunda generación con su hijo Juichiro, la empresa comenzó a tomar atajos en calidad para mantener márgenes. El resultado: el mayor recall (es decir una campaña para que los autos se regresaran a las agencias) de la historia automotriz por bolsas de aire defectuosas, bancarrota en 2017 y la desaparición de un legado de 84 años.
Crearon cinturones y bolsas de aire para salvar vidas, pero no pudieron salvar su propia empresa porque el fundador no aseguró que el valor de la calidad sobreviviera a su gestión.
El verdadero reto de un líder no es cuánto crece la empresa mientras él está, sino cuánto perdura después de que se va.
El Camino a la Trascendencia
Si a estas alturas del artículo sigues aquí y note ha dolido el estómago del coraje, felicidades: hay esperanza para ti y tu empresa. Aquí tienes los pasos para iniciar el camino hacia la verdadera trascendencia empresarial:
Acepta tu mortalidad empresarial: El primer paso es admitir que tu empresa debe sobrevivirte. No es un pensamiento depresivo, es el objetivo máximo del empresario familiar.
Redefine el éxito: Tu mayor logro no es lo que construiste, sino lo que perdura después de ti. Eso requiere un cambio de mentalidad radical.
Inicia hoy mismo: La sucesión no es un evento, es un proceso de años. El mejor momento para empezar era hace diez años. El segundo mejor momento es hoy.
Toma en cuenta que tu empresa es como un hijo. Si realmente la amas, debes prepararla para el día en que tú no estés. De lo contrario, no es amor... es egoísmo disfrazado de dedicación."
También toma en cuenta que "La muerte es democrática: llega para todos.” La sucesión empresarial exitosa, en cambio, es un privilegio que solo alcanzan los fundadores valientes.
Para concluir, permíteme una última reflexión: los cementerios empresariales están llenos de compañías 'indispensables' dirigidas por fundadores 'insustituibles'. La verdadera grandeza no está en ser necesario, sino en crear algo que perdure más allá de tu necesidad de control.
Los fundadores suelen confundir ser importantes con ser imprescindibles. Noticia de última hora: nadie es imprescindible, ni siquiera tú."
Si este artículo te ha incomodado, excelente: ese es precisamente el objetivo. La incomodidad es el precio de entrada al crecimiento.
Y recuerda: planear tu sucesión no es admitir la derrota... es asegurar que tu victoria perdure. Hasta la próxima.




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