Conversaciones Incomodas
- Tu Coach Abril

- 22 nov
- 3 Min. de lectura

Por ActionCOACH Abril Morales
Tres conversaciones incómodas que todo líder debe tener antes del 15 de diciembre
El comedor estaba lleno, pero el aire se podía cortar con un cuchillo.
El equipo de dirección miraba sus reportes, cada uno fingiendo estar más ocupado que el otro.
Nadie quería hacer contacto visual.
El dueño del negocio—Daniel—tomó aire y soltó una frase que llevaba meses guardándose:
“Este año no avanzamos por falta de claridad… y eso es culpa mía por evitar ciertas conversaciones”.
Nadie dijo nada. Nadie se movió.
Pero todos sabían que tenía razón.
Durante todo el año, varias decisiones clave se habían pospuesto.
Procesos estaban atorados.
Había un gerente que ya no daba el ancho.
Había dos socios que no se hablaban más que por correo.
Y había una estrategia que nunca se aterrizó porque “no era buen momento”.
Daniel sabía que diciembre sería igual que noviembre… si no hacía algo distinto.
Por eso decidió hacer lo que todo líder maduro hace tarde o temprano:
Hablar lo que incomoda.
Lo que da miedo.
Lo que carga la empresa entera.
Y allí, con la voz temblándole un poco, dijo:
“Antes del 15 de diciembre voy a tener tres conversaciones que he evitado todo el año.
Porque si no las tengo ahora, voy a repetir en 2026 lo peor del 2025”.
1. La conversación de resultados: lo que no funciona… y lo que ya no puede seguir así
A esta conversación siempre llega la persona que “te cae bien”, “que lleva años”, “que le echó ganas”, “que es leal”… pero que ya no da resultados.
Daniel sabía que uno de sus gerentes estaba frenando a toda la empresa.
Lo sabía él, lo sabía el equipo, lo sabía hasta el de mantenimiento.
Pero por evitar el conflicto, lo había dejado pasar.
La conversación incómoda no es decir “fallaste”.
La conversación incómoda es decir:
“Esto ya no funciona.
Y si no cambia ya, te voy a tener que mover”.
Esa frase cambia empresas.
Y también cambia culturas.
Porque cuando un líder evade el desempeño bajo, toda la empresa aprende a tolerarlo.
2. La conversación de roles: ¿Quién hace qué… realmente?
Hay equipos que no avanzan por falta de talento.
Pero hay otros que no avanzan por falta de claridad.
En el caso de Daniel, tenía dos líderes que juraban que hacían lo mismo.
Ambos tomaban decisiones sobre la marcha… y chocaban.
Sus equipos ya no sabían quién era el verdadero responsable de nada.
Así que la conversación incómoda fue directa:
“Esto es lo que espero de ti.
Esto es lo que NO te toca.
Y esto es lo que sí le toca al otro”.
Se corrigió en una hora lo que llevaba trabado ocho meses.
Un negocio sin roles claros es un negocio que discute todo… y ejecuta poco.
3. La conversación estratégica: ¿A dónde vamos realmente en 2026?
Esta es la conversación que más dueños postergan… porque es la que más los desnuda.
Implica admitir que:
– hay metas que no se cumplieron,
– estrategias que ya no funcionan,
– productos que ya no tienen razón de existir,
– y decisiones que se debieron tomar hace un año.
Implica aceptar que crecer no es automático.
Y que el mundo no va a detenerse para darte tiempo.
Daniel se sentó con su equipo y puso sobre la mesa tres preguntas simples pero incómodas:
1. ¿Qué vamos a dejar de hacer en 2026?
2. ¿Qué vamos a mejorar radicalmente?
3. ¿Qué vamos a hacer por primera vez?
Nadie respondió en cinco minutos.
Pero cuando lo hicieron, salió la claridad que no habían tenido en meses.
La verdad que nadie dice: estas conversaciones no se vuelven más fáciles con el tiempo… solo más caras
Un mal desempeño cuesta dinero.
Un rol mal definido cuesta velocidad.
Un año sin estrategia clara cuesta oportunidades.
Posponer estas conversaciones es como posponer una cirugía:
no se vuelve menos necesaria… solo más dolorosa.
El mejor regalo que un líder puede darle a su negocio antes del cierre del año no son cenas, bonos o discursos… es claridad.
La claridad alinea.
Da paz.
Da rumbo.
Da energía.
Y lo mejor: se contagia.
Por eso, este noviembre, mi invitación para ti es simple pero profunda:
No permitas que tu 2026 empiece con los pendientes del 2025.
Habla lo que incomoda antes del 15 de diciembre.
Y llega a tu Planeación Estratégica con decisiones tomadas… no evitadas.
¿Quieres acompañamiento para tener esas conversaciones difíciles?
Te puedo ayudar a convertir incertidumbre en dirección,
y tensión en estrategia.
Porque dirigir no es evitar conflictos…
es crearlos con intención para que tu negocio crezca.




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